Es
un error escribir sobre alguien con quien no se ha compartido al menos un tramo
de vida.
Ryszard Kapuscinski
En 1950 Rafael Albertí en su
poema “Poetas andaluces” preguntaba una y otra vez como una letanía ¿dónde
están los hombres? Interpelaba así a una España azotada por el franquismo y la
posguerra, donde las conciencias y los poetas habían enmudecido. Hoy traslado
este interrogante y me permito la licencia de preguntar yo ¿pero dónde los
periodistas? después de asistir perpleja a un Telediario Público en donde se me
aconsejaba cómo vestir con decoro y que días antes alababa los beneficios de
rezar para sobrellevar el paro.
Primero recuerdo a Kapuscinski,
su fuerte compromiso ético y su coherencia como ser humano que derivó en una
labor periodística encomiable y le ha convertido en referente irrebatible para
nuestra profesión. Como ya dije cuando hablábamos de viajar, yo no entiendo
ciertas experiencias sin contar con el otro, sin entrar en un contacto directo con
el entorno y sus habitantes. De este modo, Kapuscinski no entiende el periodismo desde
los despachos, sin la cercanía, sin una vivencia directa con la noticia y sus
protagonistas. Para ser periodista, dice, hay que ser buena persona y estar al
servicio de la gente, no de los mercados. ¿Dónde los periodistas?
Difícil empresa esta de la
independencia. Siempre lo fue. Hoy que el poder financiero nos acorrala y no se
encuentra una salida fácil a esta encerrona, el Periodismo se haya más
castigado que nunca pero también con una esperanza nueva y liberadora: Internet,
su problema, su solución.
Nos guste o no Internet lo ha
alborotado todo, en apenas unos años ha cambiado todas las referencias y hasta
nuestro modo de vivir. Pero si algo ya no volverá a ser igual nunca es la
comunicación tal y como se entendía hasta ahora. En el mundo de la Comunicación 2.0 el
usuario es el protagonista, no espera a recibir la información, la genera, la
comparte, la critica, ha pasado de ser un actor pasivo del proceso a llevar la
voz cantante.
"La Web 2.0 podría definirse como la promesa de una visión realizada: la Red convertida en un espacio social, con cabida para todos los agentes sociales, capaz de dar soporte y formar parte de una verdadera sociedad de la información, la comunicación y/o el conocimiento” (Antonio Miguel Fumero, en Web 2.0)
Indudablemente
esto ha asestado un duro golpe a la profesión que de pronto se desdibuja y se
replantea. Lo recoge estupendamente mi colega Dímpel Soto en las declaraciones
de Jordi Évole durante la entrega del IX Premio Internacional de
Periodismo Manuel Vázquez Montalbán, cuyo
post tenéis aquí a vuestra derecha y que os recomiendo que leáis, sobre todo si
sois periodistas, pues hace un ejercicio de autocrítica bastante elocuente.
Muchos periodistas que han sufrido un ERE se están agrupando para crear sus propios medios. La mayoría de ellos digitales, que no dependen de los ingresos publicitarios de las grandes compañías. Y donde, en principio, podemos encontrar información -como mínimo- menos condicionada. No sabemos su futuro, pero es que tampoco sé cuál será el de los grandes medios. Lo que está claro es que ser periodista ya no es una profesión cómoda. Es uno de los sectores que más ha padecido la crisis, pero de todo eso podemos hacer una lectura positiva: como periodistas estamos perdiendo el miedo, porque cada vez tenemos menos que perder. Jordi Évole
Es
cierto, cuando ya nada hay que perder no queda otra que mirar hacia adentro y
sacar la esencia de lo que nos mueve.
Todo eso coincide con uno de los momentos en los que más se puede disfrutar de esta profesión, porque pocas veces hemos tenido una sociedad con tantas ganas de saber. (…) Jordi Évole
El
Periodismo se reinterpreta en estos días, se moviliza y se rebela en
iniciativas como la de www.sebuscanperiodistas.com donde
se intenta luchar contra la precariedad en la profesión agrupándose con unos objetivos,
tal y como figura en su declaración de intenciones, estos serán:
La independencia, la honestidad, la credibilidad o el compromiso social son las premisas que impulsan al movimiento Se Buscan Periodistas-Comunicadores Asociados a promover el renacimiento de nuestra profesión.
Me
vienen ahora a la cabeza nombres como Manu Bravo, Maruja Torres, el mismísimo
Vázquez Montalbán, muchos muy conocidos. Pero más allá de las primeras figuras,
cuya mención de honor tienen merecidísima por su buen hacer, existen cientos,
miles, que permanecen en el anonimato y no cejan ni un segundo por sacar la
noticia a la calle y con ello la verdad, trabajando en condiciones muy
humildes. Ahí están los Periodistas.
Con este post de hoy quiero
hacer un homenaje a la profesión que un día elegí y con la que he mantenido una
relación intermitente y dolorosa (había que comer) pero a la que nunca di de
lado y siempre he vuelto. Comienzo a pensar que periodista no se hace, periodista
se nace.
Ya sabes, si eres Periodista te
andan buscando.
¿Qué cantan los poetas
andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?
Cantan con voz de hombre, ¿pero dónde están los hombres?
con ojos de hombre miran, ¿pero dónde los hombres?
con pecho de hombre sienten, ¿pero dónde los hombres?
Cantan, y cuando cantan parece que están solos.
Miran, y cuando miran parece que están solos.
Sienten, y cuando sienten parecen que están solos.
¿Es que ya Andalucía se ha quedado sin nadie?
¿Es que acaso en los montes andaluces no hay nadie?
¿Que en los mares y campos andaluces no hay nadie?
¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta?
¿Quién mire al corazón sin muros del poeta?
¿Tantas cosas han muerto que no hay más que el poeta?
Cantad alto. Oiréis que oyen otros oídos.
Mirad alto. Veréis que miran otros ojos.
Latid alto. Sabréis que palpita otra sangre.
No es más hondo el poeta en su oscuro subsuelo.
encerrado. Su canto asciende a más profundo
cuando, abierto en el aire, ya es de todos los hombres.
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?
Cantan con voz de hombre, ¿pero dónde están los hombres?
con ojos de hombre miran, ¿pero dónde los hombres?
con pecho de hombre sienten, ¿pero dónde los hombres?
Cantan, y cuando cantan parece que están solos.
Miran, y cuando miran parece que están solos.
Sienten, y cuando sienten parecen que están solos.
¿Es que ya Andalucía se ha quedado sin nadie?
¿Es que acaso en los montes andaluces no hay nadie?
¿Que en los mares y campos andaluces no hay nadie?
¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta?
¿Quién mire al corazón sin muros del poeta?
¿Tantas cosas han muerto que no hay más que el poeta?
Cantad alto. Oiréis que oyen otros oídos.
Mirad alto. Veréis que miran otros ojos.
Latid alto. Sabréis que palpita otra sangre.
No es más hondo el poeta en su oscuro subsuelo.
encerrado. Su canto asciende a más profundo
cuando, abierto en el aire, ya es de todos los hombres.
Rafael Alberti
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